La enfermedad, según los chinos, aparece por un desequilibrio de energía; este desequilibrio puede aparecer por un bloqueo energético debido a la mala alimentación, estilo de vida, estrés, sobre entrenamiento… Sólo el propio ser humano será capaz de conseguir ajustes en sí mismo y mantener la energía en equilibrio. A través del Chi Kung podemos conseguir dicho equilibrio y retrasar la involución regulando el cuerpo, la respiración y la mente. De esta forma podremos dirigir la energía a la zona que lo necesita, el objetivo es que fluya de modo natural. El chi es como el agua de un río, no podemos empujarla, pero si dirigirla y favorecer su circulación limpiando o eliminando obstrucciones en su cauce, según uno de los axiomas del Chi Kung. En los últimos años en occidente se comienza a aceptar el concepto de chi en similitud a la circulación de bioelectricidad en el cuerpo.