Hoy ¡ya presencial! con los capítulos XII, XIII y XIV que nos trajeron muchos cuestionamientos y cavilaciones sobre la pareja, los hijos, la relación madre-hijo y la codependencia que se puede crear a través de este vínculo tan fuerte, tal y como el que tenía nuestro protagonista Augusto con su madre y por lo que todos le aconsejan se case “para así volver a tener una madre”.
Interesante y muy audaz para su tiempo la propuesta de Unamuno que nos habla de si siempre es válido el deseo de tener hijos, y nos presenta a Eugenia, una mujer fuerte que es capaz de sostenerse por si misma, y asimismo un novio vaquetón que está dispuesto a dejar que ella se case con otro por interés, para así poder tener una relación clandestina sin necesidad de trabajar y mantenerla a ella.
Una novela que se podría decir tragicómica que tiene capítulos muy ligeros y graciosos y otros de gran profundidad y reflexión.