Hoy con los capítulos XV al XVIII, en donde Eugenia insiste en despreciar a Augusto y éste insiste en seguir perdidamente enamorado de ella y hasta ofrece renunciar a ésta por amor y que sea feliz con Mauricio (que es un vago haragán que no da trazas de casarse), ser padrino de su boda y hasta conseguirle trabajo. Como vemos, su idea de amor se asemeja a la de un mártir o una especie de masoquismo sufrido.
En la novela se tratan varios puntos que por manejarse abiertamente debieron ser revolucionarios para su tiempo, tales como que Eugenia es una feminista que está dispuesta a mantener a su enamorado Mauricio, Víctor y su esposa que reciben la idea de su embarazo con disgusto, el “chulo” de Mauricio que es una especie de gigolo que sugiere a Eugenia se case con Augusto para que los mantenga y seguir su romance en la clandestinidad.
La narración de Unamuno es mucho muy interesante pues pone en Víctor, uno de sus personajes que va a escribir una novela, la forma en que se va construyendo esta misma “nivola”.
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