Verdaderamente estamos gozando este texto que a momentos nos transmite cuestionamientos filosóficos de gran profundidad, y en otros fragmentos demuestra una espontaneidad y humor que nos ha hecho reír mucho. Hoy con los capítulos XXI al XXIII.
A lo largo de la narración, el autor va intercalando otras pequeñas historias llenas de amenidad que van haciendo muy ágil la novela y dentro de la cual, con este recurso, se van manejando temas de diversas índoles.
Unamuno es además un gran conocedor de la naturaleza humana y de los recovecos y sutilezas de las relaciones de pareja, lo cual demuestra en el capítulo XXI en donde Don Antonio le transmite a Augusto la historia complicada de sus mujeres y “aparejamientos”. Nos parece que Antonio le está dando a nuestro poco experimentado protagonista en estos temas, lecciones sobre el amor