Aquí un párrafo de dicho escrito, en el que nos habla de fraternidad y la gran y valiosa amistad que hemos cultivado ya desde alrededor de ocho años:
“Como un faro el libro Club CIAMA iluminó a un grupo de compañeras del Taller de Abuelos Lectores y Cuentacuentos, invitándonos a contar cuentos semanalmente a jovencitas de Villa de las Niñas en Chalco, Estado de México. Como una colmena, más de una decena de compañeras tomamos esta oportunidad con las dos manos, experiencia que constituyó sin temor a equivocarme, un parteaguas en todas las abuelas lectoras, porque nos conformamos en una fraternidad, apoyándonos, floreciendo así una entrañable amistad y reverdecieron cualidades en cada una de nosotras; pues al recibirnos como enjambre las jovencitas ávidas de curiosidad, frescas como las flores nos contagiaron con su entusiasmo. No pudimos contar con una mejor audiencia por más de dos años, pues nos dio experiencia como cuentacuentos y narradoras, quedaron atrás todos los temores, contando además con la generosa hospitalidad del Libro Club CIAMA al tener acceso a su amplio acervo.”
¡¡Muchas gracias querida Chivis!!