2ª sesión de ESCRITURA DETONANTE PARA LA REALIZACIÓN DE UNA ANTOLOGÍA DE ESCRITURA ERÓTICA, jueves 26 de mayo de 16:00 a 18:00 hrs:
Se inició la sesión leyendo las “cartas a la madre”
- Madre Sicilla, la pasada noche del domingo, la luna llena se tiño de rojo, inminente compulsión del universo, de una belleza indescriptible y por unos segundos pensé en ti madre, eclipsada pero bella y se bien que la maternidad no logró que perdieras tu esencia.
-Son tantas las ideas que me llegan, lo primero es agradecer, por todos esos momentos en los que mi madre, me escucho, escucho mi silencio, fue mi cómplice y mi aliada.
-Los recuerdos me invaden y siento la necesidad de platicar contigo de hija a madre, de madre a madre, de mujer a mujer, porque hoy te entiendo y te pido perdón por no haberte comprendido y valorar tu esfuerzo, comprendo lo enfermizo que fue para ti crecer en un entorno profundamente patriarcal, te educaste en el silencio y la sumisión.
-A las palomas nos dijeron que tenían que serles fieles a su pareja y los son hasta la muerte, no les enseñaron la danza del cortejo y del apareamiento. Tenías que enseñarme algo que no te enseñaron a ti, el instinto te hizo destruir lo que tu cuerpo sentía placer, gozo, la excitación de ser mujer. Má no te preocupes por no decirme que un día el rojo amanecer de mi adolescencia era una experiencia traumática.
-Para una mujer nacida hace más de cien años, es comprensible su necesidad de haber cumplido con las estrictas reglas del principio del siglo XX, sin embargo, debo reconocer que me preparaste con calma y sabiduría para mi llegada al mundo femenino. Recuerdo claramente como me hablaste de lo que empezaba a suceder en mi cuerpo.
El siguiente ejercicio fue escribir un texto hacia un hombre no muy apuesto pero maravilloso:
-Nutres mi mente y mi cuerpo, respondes a mis apetitos. Cuando nuestros pensamientos vuelen buscándose mutuamente y se encuentren, ojalá se fundan en un abrazo tan eterno, como efímero será nuestro futuro contacto.
-Vibro y me estremezco con la caricia melosa y atrevida, con la penetración deseada y en mutuo armonía, disfrutamos con besos ardientes, son momentos, claro está, pero entre nosotros es una eternidad que no termina.
-Eres mi Dios del placer, de todos mis deseos, eres solo tú en quien sueño, a quien admiro, con quien podría vivir una vida a cada instante. No puedo responder a tus palabras, cómo sacar de mi pecho el suspiro, de mi mente la imagen de tus manos acariciándome.
-Soy el secreto, pecado que eriza la piel, con los sagrados besos que dejas en mi cuerpo, humedad en mis sábanas que hablan de las caricias imborrables y que hablan de nuestra pasión. Siempre te alejas sin irte por completo, porque me llevas tatuada en el pensamiento, en la piel, en el tiempo.
-Siento tu cuerpo, tus modos, tus arrebatos que me llenan el alma y el cuerpo de ti, no quiero que te vayas, quiero sentir tus alientos, tus besos por siempre, esa separación, divide esa pasión, la hora se acerca y quisiera atrapar tu presencia para seguir viviendo este espacio de tiempo.
-Cuando veo tus labios enciende el deseo y arde mi corazón, y el cielo pareciera más cercano y los colores más brillantes y mi mente corre a recorrer cada instante en el tiempo que parece detenerse y acelerarse al mismo tiempo.
-El destino nos conectó en ese lugar, sin buscarnos, mi cuerpo despertó. Tienes memoria y esto me hizo recordar que estoy viva.
La sesión de hoy deja una gran riqueza, por los textos que se escriben y todas las experiencias que se viven.