Este magnífico canto de Whitman nos trajo muchas inspiraciones, por lo que decidimos escribir nuestras reflexiones al respecto y compartirlas en el taller. Hoy nuestra querida compañera Carmenchu nos deleitó con su escrito, que podría ser un “Canto a ella misma”, un canto lleno de agradecimiento a la propia vida, alegre, vital, lleno de optimismo y resiliencia. ¡Muchas gracias Carmenchu!

Terminamos leyendo algunos fragmentos del prólogo que hace León Felipe al Canto de Whitman (que asimismo él tradujo) en la edición de Losada de 1997, así como otros del epílogo del estudio de Guillermo Torre.

Y para la próxima sesión leeremos más de los escritos de las compañeras y empezaremos de nuevo con CÓMO ACERCARSE A LA POESÍA, de Ethel Krauze, así que la iremos revisando ahora para retomar lo leído.